El Ensanche de Barcelona se configura gracias al Plan Cerdà que idea Idefonso Cerdà, un ingeniero de puentes i caminos catalán. Si bien la trama reticular de las calles ha sido respetada hasta nuestros días, no ha pasado lo mismo con el diseño de las manazanas ni el de las casas. En un recorrido que no llega a los 200 metros observamos varios casos en los que los edificios tienen "sombreros" o más bien "pegotes".
Estas fotos han sido tomadas en Rambla de Cataluña entre las calles Aragón y Valencia, podemos observar como se añaden pisos a edificios ya construidos
El Plan Cerdà diseña manzanas construidas únicamente en dos de sus lados, con edificios de una altura máxima de 16 metros, pero ya a fines del siglo XIX las ordenanzas permiten construir en los cuatro lados de la manzana, y finalmente también se ocupan los interiores de manzana.
Después de la Guerra Civil se permiten 5 pisos y ático. A partir de la segunda mitad del siglo XX aparece la figura de Josep Maria Porcioles, que ocupa la alcaldía desde 1957 hasta 1973. Su mandato es el más largo durante el franquismo y tiene nombre propio, el porciolismo. En ese periodo se pretende dinamizar económicamente la ciudad de Barcelona por medio de la especulación inmobiliaria y se facilita la tericarización del centro del Ensanche de Barcelona, que era una zona muy bien comunicada. Así se permite que los edificios llegen a los 7 pisos, más ático y sobreático.
Posteriormente y tras la llegada de la democracia se reivindica la figura de Ildefonso Cerdà y de su Plan, se pretende recuperar la esencia de nuestro Ensanche, de hecho el ayuntamiento de Barcelona tiene en proyecto la recuperación de algunos interiores de manzana.
En el 2010 se conmemora el Any Cerdà, ya que hace 150 años de la aprobación del Plan de Reformas y Ensanche de Barcelona, el 7 de Junio de 1859.